La Casa Rosas es un ejemplo de cómo la arquitectura contemporánea puede aprovechar al máximo la luz natural y la privacidad, creando un ambiente cómodo y funcional. Se trata de una casa de estilo contemporáneo ubicada en Guanajuato, México. Con una superficie de 360 metros cuadrados, se distribuyen en dos niveles, una serie de 4 habitaciones entrelazados con patios que se encuentran a lo largo de la casa. Cada una de estas cuatro habitaciones cuenta con su propio baño, lo que garantiza privacidad y comodidad para los habitantes de la casa. Uno de los retos iniciales consistía en mantener un volumen ya construido y adaptarlo al diseño del conjunto. Este volumen se destinó como cochera y bodega, además de tener el acceso peatonal a la casa en donde te recibe el primer patio. Desde aquí podemos observar los volúmenes que componen a la casa, en donde juegan un papel importante los muros inclinados para dar una sensación de apertura y continuidad al recorrido. Estos mismos gestos inclinados se distinguen en varios puntos de la casa, por ejemplo, en el vestíbulo hacia las escaleras. El segundo patio, ilumina y ventila, por un lado, a la habitación en planta baja, al igual que a la zona de servicios de la casa: cocina y cuarto de lavado. Pero también es un remate visual para el vestíbulo principal, en donde una roca parece flotar encima de un espejo de agua. La zona social se conforma por una sala, comedor y cocina abierta con barra, que se encuentran en un ambiente diáfano y luminoso gracias a la presencia de los patios. Además, la casa cuenta con una segunda cocina más equipada y conectada por un pasillo de servicio, lo que permite una mayor flexibilidad en la organización de la casa.
En el segundo nivel nos recibe un vestíbulo familiar, que da la bienvenida a 3 habitaciones más, cada una con vista dirigida a patios distintos para tener mayor privacidad. Atravesando un puente hacia el final de la casa, nos encontramos con la habitación principal que cuenta con un gran baño/ vestidor, en donde el remate visual es una tina iluminada de manera cenital. A su vez, la habitación tiene un balcón con vista al jardín posterior, sin embargo, sus proporciones en fachada y los materiales utilizados logran mayor privacidad pero bastante iluminación.
Un detalle interesante de esta casa es el uso de concreto pigmentado rosa para sus fachadas, un material resistente y duradero, lo que garantiza que la casa mantendrá su aspecto y color durante muchos años. Este material no solo le da un toque de color y personalidad a la casa, sino que también ayuda a crear un ambiente cálido y acogedor. El uso del concreto pigmentado rosa en el exterior de la casa, le da un toque de personalidad y color, mientras que los interiores están diseñados con tonos blancos. Esto permite que la luz natural de los patios penetre en el interior de la casa, generando un ambiente luminoso y acogedor. El contraste entre el color rosa en el exterior y los tonos blancos en el interior de la casa genera una sensación de calidez y frescura en todos los ambientes. Es como si la casa fuera un caparazón, donde el exterior es rosa y los interiores están diseñados para dar la mejor iluminación posible.
